Juramento de Abogados
Sesenta y un Licenciados en Ciencias Jurídicas, egresados de universidades de distintas regiones del país, juraron como abogados en ceremonia solemne efectuada en el Palacio de Tribunales.
El acto fue encabezado por el Presidente de la Corte Suprema Marcos Libedinsky Tschorne, efectuándose el juramento ante el Pleno de Ministros del máximo tribunal.
La de hoy fue la décimo octava ceremonia de este tipo realizada durante el presente año, ascendiendo a 898 los profesionales titulados a la fecha.
Cabe destacar que durante el año 2003, un total de 1244 licenciados recibieron de parte de la Corte Suprema su título de Abogado. Anteriormente, en el año 2002, prestaron juramento 1331 nuevos profesionales.
Transcribimos a continuación, palabras del Presidente Marcos Libedinsky en ceremonia efectuada en la mañana de hoy.
Colegas Magistrados de la Corte Suprema
Señoras y Señores
Nuevos Abogados
En varias audiencias similares a la presente, hemos sostenido que si se desea ser feliz ejerciendo la actividad de abogado es menester “amar la profesión”. Y lo anterior es valedero para servir eficientemente cualquier profesión liberal; hay que amarla como se quiere a una obra propia, con sus defectos y virtudes. Para sentirnos felices es necesario que nos agraden las tareas que realizamos. El trabajo que se realiza a gusto no fatiga y, por el contrario, deleita.
Hemos dicho, en oportunidades anteriores, que la abogacía debe considerarse como un programa íntegro e individual de existencia. Es antigua la creencia de que se tienen aptitudes o condiciones para ser abogado, si se posee facilidad de palabra y, además, si se es discutidor. Esa es una falsedad, lo mismo que si se pronosticara que la persona que tenga esas cualidades será, por ejemplo, buen ingeniero o buen arquitecto.
Enfrentados a un alegato elocuente muchas veces los jueces podrán pensar “Qué bien habla este abogado”!, pero no me convence porque no tiene razón y, consiguientemente, desestimarán sus peticiones.
Los argumentos que fundamentan una posición, si son firmes y convincentes, con sólo enunciarlos bastarán para que se le otorgue la razón, sin necesidad de que vayan envueltos en una gran pieza oratoria inútil.
El abogado debe demostrar lealtad, veracidad y claridad, tanto a su cliente como a los jueces que conocen del asunto planteado ante ellos. Debe ser cuidadoso en el uso de las palabras, recordando que ellas son como las piedras: lanzadas, no vuelven. La buena fama será siempre, a la larga, el mejor capital del abogado.
Pero uno de los principales atributos del abogado, debe ser el de tener fe en los jueces. No por casualidad, Calamandrei, en su clásica obra sobre “El elogio de los jueces escrito por un abogado”, tituló su primer capítulo en esta forma: “De la fe en los jueces, primer requisito del abogado”.
A continuación, enseña que “quien comparece ante un tribunal llevando en su legajo, en lugar de justas y honestas razones, recomendaciones secretas, ocultas peticiones, sospechas sobre la corruptibilidad de los jueces y esperanzas sobre su parcialidad, no debe asombrarse si, en vez de hallarse en el severo templo de la justicia, cree encontrarse en un alucinante barracón de feria, en el que, de cada pared, un espejo le restituye, multiplicadas y deformadas, sus propias intrigas. Para encontrar la pureza en los Tribunales, es preciso penetrar en su recinto con espíritu puro (todo es limpio para los limpios).”
A pesar de que la justicia es imprescindible para la propia preservación y subsistencia de la comunidad, ésta se encuentra irremediablemente condenada a padecerla imperfecta, mientras no sea Dios mismo quien la administre.
Las decisiones de los jueces serán siempre cuestionadas, al menos por alguna de las partes involucradas en un proceso, en la medida que al reconocerle el derecho o hallarle razón a la causa de alguien, se le está negando a otro u otros que creen o deseen tenerla e irradiarán críticas contra el fallo.
La ciudadanía y, en particular los abogados, tienen entonces que estar conscientes de que los conflictos son resueltos dentro de las limitaciones e imperfecciones dimanadas de la condición humana, sin perjuicio de procurar todos los elementos que apuntalen el proceder que mejor garantice establecer la verdad y pronunciar determinaciones certeras, oportunas y justas.
Jóvenes abogados, ojalá que Uds., cuando ya no sean tan jóvenes, puedan decir las mismas palabras tranquilizadoras que el mencionado Calamandrei atribuye a un abogado en los últimos días de su vida:
“Las sentencias de los jueces son siempre justas. En cincuenta y dos años de ejercicio profesional, ni una vez he tenido que lamentarme de la justicia. Cuando he ganado un asunto, ha sido porque mi cliente tenía razón; cuando lo he perdido, ha sido porque la razón la tenía mi adversario.”
¿Ingenuidad? Tal vez. Pero sólo con esta santa ingenuidad puede la abogacía elevarse del juego de la astucia, engendradora de odios, hasta la fe operante en pro de la paz humana.
Mis sinceros deseos para todos Uds. son que en el ejercicio de la profesión, que a partir de este día iniciaréis, puedan gozar de esa “santa ingenuidad”.
Muchas gracias
Nómina de Abogados
01.- AGUILAR BAILEY, MARCELO FABIAN ALEJANDRO
02.- ARAYA SALGADO, EVELYN PAMELA
03.- ASENJO SOTO, HECTOR HERIKO
04.- AWAD HADDAD, CLAUDIA ANGELICA
05.- BAHAMONDE WORMULL, FELIZA MARIA
06.- BALSEIRO GARCIA, MARIA CECILIA
07.- BARROS BELMAR, RODRIGO ANTONIO
08.- CACERES GARCIA, AURELIO PATRICIO
09.- CARRASCO MARTINEZ, JORGE PATRICIO
10.- CARVALLO DONOSO, LEONARDO
11.- CERVELLINO DEL FIERRO, GIORGIO ENZO
12.- DE GRENADE ERRAZURIZ, ALEXANDRA
13.- DEL CAMPO COOPMAN, GABRIELA ALEJANDRA
14.- DURAN ROUBILLARD, LUIS ALEJANDRO
15.- DIAZ PARRO, VICTOR SEBASTIAN
16.- DONOSO SANDOVAL, PAOLA ANDREA
17.- EMILFORK BORNSCHEUER, FLORENCIA LAURA MARIA
18.- ESCOBAR FUENZALIDA, JOSE DANIEL
19.- ESPINOSA DIAZ, ERIK RODRIGO PATRICIO
20.- FUENTEALBA ALVAREZ, GUIDO YAMAL
21.- GOBIND DASWANI, ARTI
22.- GOMEZ LEGER, JAVIER ALBERTO
23.- HANANIA SABA, CRISTIAN JAVIER
24.- HURTADO HENRIQUEZ, MARIO CESAR
25.- INZULZA BRAJOVIC, CRISTIAN WLADIMIR
26.- LAGOS VALDIVIESO, SEBASTIAN
27.- LEIVA VENEGAS, MARCELO OSVALDO
28.- LEMP SEPULVEDA, ALBERTO ENRIQUE
29.- LOPEZ ZEGERS, RICARDO EDUARDO
30.- LORCA POBLETE, NELSON EUGENIO
31.- LORET VALENCIA, FRANCISCO HUMBERTO
32.- LUCERO COSTA, GILBERTO ORLANDO
33.- MARAMBIO FARIAS, PAMELA ALEJANDRA
34.- MATURANA CATALANO, MAURICIO ANTONIO
35.- MEDINA ALVAREZ, PABLO GUSTAVO
36.- MENA ROJAS, CAROLINA ANDREA
37.- MEZA JAMET, DAMASO DANIEL
38.- MIRANDA GALVEZ, GALO ENRIQUE
39.- MOLINA FUENTES, FERNANDO EDISON
40.- MONTES LARRAIN, SERGIO ANTONIO
41.- MORA CHRISTIE, MARCELO
42.- MORAN CARLEVARINO, GONZALO ANDRES
43.- MOREIRA DUEÑAS, ALEJANDRO ARTURO
44.- NEIRA SEPULVEDA, MARISABEL
45.- PACHECO PINO, CRISTIAN ANDRES
46.- PEÑA ARRIAGADA, EVANGELINA ADELAIDA
47.- PEÑA HUMAÑA, MARGARITA CONSUELO
48.- PEREZ CARRIZO, VIRGILIO RICARDO
49.- PLAZA DE LOS REYES ARANEDA, MARGARITA PILAR
50.- PORTILLA ARELLANO, EDUARDO ARMANDO
51.- POZO JARA, JORGE CRISMAN
52.- RAVIOLY CATALDO, SYLVANA ANDREA
53.- RODRIGUEZ GARRIDO, DIANA SANDRA
54.- ROJAS CATALAN, GERMAN EMIDIO
55.- ROJAS RODRIGUEZ, RICARDO ALBERTO
56.- SALLES BASTARRICA, PONCIANO ANDRES
57.- SILVA PEDREROS, JUAN PATRICIO
58.- SOLIS MUÑOZ, CARLOS RENAN
59.- THEODULOZ VERGARA, SILVIA INES
60.- WARNIER READI, PAULA REBECA
61.- ZERAN RUIZ-CLAVIJO, HASSAN VICENTE