Asume Ministro Hugo Dolmestch

En ceremonia solemne efectuada ante el Pleno de Ministros de la Corte Suprema de Justicia, el Ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago Hugo Enrique Dolmestch Urra, juró como nuevo integrante del máximo tribunal del país.

El acto fue encabezado por Presidente (S) Marcos Libedinsky Tschorne, contando con la presencia de los Presidentes de las Cortes de Apelaciones de Santiago y de San Miguel, ministros de ambos tribunales de alzada, relatotes, abogados integrantes, funcionarios judiciales y familiares del Ministro Dolmestch.

Transcribimos a continuación, discurso del Presidente Subrogante de la Corte Suprema, luego de tomar juramente al Ministro Hugo Dolmestch:

El motivo que nos convoca el día de hoy es la instalación de un nuevo Ministro de esta Corte Suprema, actuación que aparece ligada a la ceremonia de juramento recién efectuada y que se encuentra reglamentada en los artículos 299 al 305 del Código Orgánico de Tribunales.

La conjunción de diversas circunstancias -una principal y otras accesorias- son las que me han permitido la especial distinción de tomar el juramento de rigor al Ministro don Hugo Dolmestch Urra y de dirigirles las siguientes palabras.

La principal o esencial de estas circunstancias es, indudablemente, la de haber sido promovido el Ministro Dolmestch de la Corte de Apelaciones de Santiago a esta Corte Suprema. Las accesorias son las de mi reciente reincorporación al cargo de Ministro de esta misma Corte, después de una breve interrupción en el ejercicio de mis funciones, desempeñando el cargo de Ministro del Tribunal Constitucional, y la ausencia temporal del Presidente Titular don Enrique Tapia, que me otorga, en esta oportunidad, el carácter de Presidente Subrogante.

Hugo Dolmestch inició su carrera judicial en Diciembre de 1978, en el cargo de Defensor Público del Juzgado de Letras de Parral. Posteriormente, en forma sucesiva, fue Secretario del Juzgado de Letras de Río Bueno; Juez del Juzgado de Letras de Bulnes; Relator de las Cortes de Apelaciones de Chillán, Santiago y de la Corte Suprema. En Noviembre de 1995, fue designado Ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, cargo que desempeñó hasta el día de ayer.

Paralelamente a sus estudios de Derecho, Hugo Dolmestch estudió y desempeñó como Profesor de Educación Básica de Parral y Concepción entre los años 1963 a 1974.

Resulta, en consecuencia, que el Ministro Dolmestch ha tenido la oportunidad de desarrollar las virtudes más humanas del hombre; instruyó a muchos alumnos poniendo sus conocimientos al servicio de jóvenes, ayudándoles a encontrar el camino correcto para el desarrollo de sus vidas futuras; y juzgó hechos delictuales investigando, previamente, en forma cuidadosa antes de dictar fallos. Dicho en breves palabras: Aprendió, Enseñó y Actuó. Ciertamente este programa basta para llenar toda una vida.

Hugo Dolmestch representa una generación de jueces que conoció de antiguas máquinas de escribir, las manejaba con gran rapidez, según pude apreciarlo personalmente en la Corte de Apelaciones de Santiago, y en esta misma Corte Suprema, en las que ya ha quedado dicho se desempeñó como Relator. Pero supo rápidamente modernizarse junto con las computadoras.

El paso de una persona por el Poder Judicial, lo he destacado anteriormente, no es sólo un aporte a la tarea jurisprudencial, por muy valiosa que ésta sea. En la memoria colectiva, que va construyendo la historia de una institución. Siempre quedan registrados los rasgos propios de la persona que aporta al enriquecimiento personal de sus colegas y del servicio en que se ha desempeñado.

Hugo Dolmestch se ha caracterizado siempre como un funcionario sencillo y responsable que cumplió cabalmente las funciones propias de sus cargos en forma exenta de toda ostentación. Ninguno como él, más alejado de cualquier signo de arrogancia, prepotencia o irresponsabilidad.

Ministro Dolmestch, al asumir este nuevo cargo en su carrera, usted adquiere, no solamente ante esta Corte Suprema y el Poder Judicial chileno en general, sino ante toda nuestra sociedad, el compromiso de seguir sirviendo, como lo habéis hecho hasta ahora, con fidelidad, honestidad y lealtad vuestras funciones de juez.

Puede sentirse orgulloso del cargo que desempeñará. No son muchos los que alcanzan el objetivo de impartir justicia al más alto nivel. Reza una antigua máxima, que “Para encontrar la justicia es necesario serle fiel; como todas las divinidades, se manifiesta solamente a quien cree en ella”. No dudo que siempre mantendréis vuestra fe en la justicia. Os deseo toda clase de satisfacciones en sus nuevas funciones.

Muchas gracias

Imágenes de la Ceremonia de Juramento efectuada en el Salón del Pleno: