La Comisión de Economía conoció los fundamentos técnicos y regulatorios de la decisión de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) de reducir el umbral de sobreconsumo de agua potable, de 40 a 30 metros cúbicos, durante los meses de verano. La medida será aplicada a los consumos de clientes de las empresas Aguas Andinas, de la Región Metropolitana, y Esval, de la Región de Valparaíso.
El superintendente Jorge Rivas explicó que esta decisión busca generar una señal de consumo responsable en atención a las condiciones de escasez hídrica y el aumento estacional de la demanda.
Según indicó, la tarifa por el sobreconsumo, es decir, por encima del límite fijado, se aplica a quienes generan mayores costos de capacidad para el sistema. Este sobreprecio, además, permite financiar la infraestructura necesaria en los períodos de mayor exigencia. Esta medida forma parte de las herramientas regulatorias que tiene el sistema, las cuales permiten enfrentar los desafíos derivados del cambio climático y la escasez de agua en el país.
Impacto del sobreconsumo de agua en las cuentas
Rivas precisó que la SISS es el organismo que determina el límite de sobreconsumo, conforme al marco legal y reglamentario vigente. Por lo tanto, su modificación no corresponde a una negociación con la empresa, sino a un ajuste técnico definido por la SISS conforme a la normativa vigente.
Respecto al impacto que este cambio tendrá, informó que alrededor del 10% de los clientes de la Región Metropolitana superan el nuevo umbral de 30 m³. En tanto, en el caso de Valparaíso el porcentaje es cercano al 7%. Por tanto, solo será esta parte de la población la que se verá afectada por el cobro adicional.
Para el resto de los usuarios, la medida no implica aumentos en sus cuentas. Incluso, planteó, podrían experimentar una leve reducción debido al ajuste en la estructura tarifaria.
El superintendente explicó, finalmente, que la variación del límite del sobreconsumo de agua busca incentivar el uso eficiente del recurso, sin alterar significativamente la recaudación global del sistema. Agregó que la SISS evalúa la posibilidad de extender este tipo de medidas a otras regiones, en función de sus condiciones hídricas y patrones de consumo.
Cuestionamientos parlamentarios

Tras la exposición, el presidente de la Comisión de Economía, diputado Víctor Alejandro Pino, manifestó no estar satisfecho con la explicación. Al respecto, afirmó que de acuerdo a sus cálculos serían más de $1.000 por metro cúbico de diferencia por sobreconsumo de agua. Esto significaría que las empresas facturarían más con la medida lo que le parece “injusto”.
Pero, por su parte, el diputado Boris Barrera dijo que el superintendente explicó que la medida no puede generar un beneficio a las sanitarias. Esto porque la recaudación de las empresas es fija y la tarifa también se establece sobre esta base. Por lo tanto, si se llega a recaudar más, las demás tarifas deben ajustarse a la baja para no superar el límite establecido.
De todas maneras, los parlamentarios también plantearon en la sesión su preocupación por las familias de menores recursos. Por ejemplo, consultaron al superintendente qué pasa en los casos de viviendas donde coexisten varias familias y, por tanto, mantienen un alto consumo de agua.
Frente a esta posibilidad, la autoridad aclaró que el cálculo de sobreconsumo de agua se realiza considerando el aumento en el consumo de agua en los meses de verano. Por lo tanto, un hogar donde existe un elevado consumo y constante durante el año no debería verse fuertemente impactado.
Tras estas explicaciones, los parlamentarios afirmaron que continuarán con la fiscalización de la implementación de la medida, para asegurar que no signifique un aumento de ingresos a las empresas sanitarias, pero que tampoco afecte a las familias de menores recursos.