Renovación de autos de ministros de la Corte Suprema
Con la puesta en servicio de los primeros vehículos de un total de 22, se inició este martes 25 de septiembre el proceso de renovación de los autos de los ministros de la Corte Suprema.
Tal como se informó públicamente el 24 de mayo pasado, la marca y el modelo seleccionado como vehículo oficial es el Volkswagen Passat, elegido tras un proceso de licitación en el que participaron 11 marcas de vehículos con 15 modelos diferentes. El nuevo modelo reemplazará a los Peugeot 607 en uso hace cuatro años.
Los nuevos autos fueron adquiridos a un precio unitario de $20.290.000, un 15% más baratos que su valor de lista de acuerdo a la oferta que hizo la casa matriz de la marca alemana en Chile. A ese precio deben añadirse los costos asociados a Primera Inscripción, Permiso de Circulación, seguros y mantención, lo que arroja un valor final por unidad de $ 21.322.287. Esta cifra implica un ahorro de más de $ 12.000.000 por vehículo, respecto de los recursos que fueron asignados para este fin a través del Presupuesto.
Los autos reemplazados costaron en su momento cuatro millones de pesos más que los que ahora se adquirieron. De los 22 vehículos dados de baja, 18 serán rematados públicamente y cuatro serán mantenidos como flota de reemplazo del Poder Judicial.
El proceso de licitación para la adquisición de los nuevos automóviles de la Corte Suprema contó con la asesoría de un Ingeniero en Mecánica Automotriz, quien en conjunto con los profesionales de la Corporación Administrativa del Poder Judicial evaluó a las marcas oferentes de acuerdo a parámetros económicos, técnicos, de seguridad y red de servicios. Del análisis se concluyó que la marca seleccionada era la que mejor cumplía con los estándares definidos para un servicio expedito y seguro de acuerdo a las funciones que desempeñan los ministros de la Corte Suprema, muchas de ellas fuera de Santiago.
Esta compra se ajusta a la política de adquisición de vehículos del sector público que indica su renovación en un plazo máximo de cinco años, para evitar la mayor depreciación del auto y el incremento de gastos de mantención.