Nuevos Abogados
Sesenta Licenciados en Ciencias Jurídicas, egresados de universidades de distintas regiones del país, juraron como abogados en ceremonia solemne efectuada en el Palacio de Tribunales.
El acto fue encabezado por el Presidente de la Corte Suprema Enrique Tapia Witting, efectuándose el juramento ante el Pleno de Ministros del máximo tribunal.
Esta fue la vigésimo cuarta ceremonia del presente año, ascendiendo a 1.427 los profesionales titulados a la fecha.
Cabe destacar que en el año 2005, en total 1.701 licenciados recibieron de la Corte Suprema su título de Abogado.
Transcribimos a continuación palabras del Presidente Enrique Tapia pronunciadas en la ceremonia de juramento.
Colegas Ministros
Señores Licenciados
Señoras y Señores
Esta mañana pretendemos retroceder en el tiempo y escudriñar en algo la historia de la profesión que Uds. hoy día abrazan.
La denominación de abogado tiene su origen en la voz latina “advocatus”, o “advocatum”, y se le ha definido como “el hombre probo, perito en el arte de hablar.” Esta definición, tiene la ventaja de hacer resaltar las dos grandes condiciones que debe tener un buen abogado: La probidad y la competencia.
Por su parte, Dalloz, dice que abogado es aquel que después de haber obtenido el grado de licenciado en derecho, se encarga de defender oralmente o por escrito ante los tribunales, el honor, la vida, la libertad y la fortuna de los ciudadanos.
Ahora bien, la historia demuestra que en Grecia fue una profesión muy apreciada, especialmente entre los habitantes de Atenas. En aquella cultura se acuñó la expresión “elocuencia”, siendo Pericles el primero en utilizarla en juicio. En este mismo sentido, fue Antiphon quien en sus “Oraciones” estableció el proceso basado en la “elocuencia”, a fin de sostener una pretensión en juicio.
Sin embargo, fueron las leyes de Solón y Dracón, dictadas en el Foro de Atenas, las que reglamentaron el ejercicio de la profesión. La alegación estaba limitada en el tiempo y se prohibían las injurias, insultos y discutir en público la materia ya alegada.
Por su parte, en Roma los que profesaban la carrera de abogado, denominados como dijimos “Advocatum”, eran respetados a tal punto, que a la espada se anteponía la toga. Expresión de este reconocimiento fue que el emperador Anastasio concedió a los abogados que se retiraban el título de “Clarísimos”, aludiendo a su probidad y transparencia. Estos principios que hoy en día se vuelven imprescindibles para el ejercicio de funciones públicas y privadas.
Para el ejercicio de la profesión se exigía tener cumplidos 17 años, haber aprobado un examen luego de 5 años de estudio, acreditar buena reputación y costumbres; estando absolutamente excluidos los infames, los sordos y los mentecatos.
El ejercicio de la abogacía en los Tribunales Superiores exigía la pertenencia al “Ordo o Collegiorum Togatorum”, creado en la época de Ulpiano, y que es la institución que dio origen a los actuales colegios de abogados. Este último jurisconsulto llamó a los defensores o abogados Sacerdotes Justitiae et Juris.
Con la invasión bárbara a Roma, el Foro pierde importancia por considerarse al hombre de armas más importante que al de ley u hombre de derecho.
Con posterioridad a aquella crisis, renace en Francia durante el reinado de San Luis el amor por la Abogacía, dedicándose especialmente a ella los miembros del clero.
Hacia 1344, en París, se dicta una Ordenanza por la que se regula el Foro y se ordena que la profesión de abogado debiera ejercerse de una manera honorable y útil para el pueblo; y llegará a expresarse que la orden de los abogados “Era tan antigua como la magistratura, tan noble como la virtud y tan necesaria como la justicia”.
No podemos en este andar, olvidar a España, donde en el Fuero Juzgo se establecía que el poderoso que litigase con pobre diera poder a uno que fuera igual a éste, o bien que éste lo confiriera a uno de jerarquía igual a la de su adversario. El Fuero Real organizó la abogacía haciendo necesaria la intervención de los “voceros”, cuyos deberes señaló y cuya remuneración fijó en la vigésima parte a lo más, del capital objeto del juicio.
La Partida Tercera, considera la abogacía como un oficio público, consigna los derechos y deberes de los abogados. Les prohíbe llevar más de cien maravedíes por su trabajo y amenaza con la pérdida del oficio al que celebra el pacto de cuota litis.
La historia de nuestro país ve surgir a los primeros abogados hacia 1747 con la creación de la Real Audiencia, antecedente de esta Corte Suprema. Los estudios debían realizarse en la Universidad de San Marcos de Lima. Posteriormente, con la creación de la Universidad de San Felipe en Chile comienza la formación de los primeros abogados nacionales. Los estudios de derecho tuvieron mayor avance al crearse en Santiago en 1778, la Academia de Leyes y Práctica Forense.
Por su parte, la primera Facultad de Leyes fue creada al alero de la Universidad de Chile el año 1842, formalizándose el plan de estudios para optar al título de abogado.
Esta muy rápida visión histórica de la profesión que hemos abrazado, creemos que es útil para comprenderla y quererla.
Como se desprende de lo dicho, nuestra profesión está muy ligada con la actividad pública, situación que nos hace comprender de mejor manera las siguientes palabras de Cicerón: “¿Qué puede haber más hermoso para un anciano que habiendo desempeñado los honores y los oficios públicos, pueda decir con toda razón lo que leemos de Apolo Pitio; que él es aquél a quien, si no pueblos y reyes, al menos todos sus conciudadanos, acuden a pedirle consejo?”.
En fin, queda claro que al incorporarse al gremio de la abogacía conviene tener presente que su ejercicio tiene no sólo una historia remota, sino además, una tradición de valores y principios que deben ser preservados en el transcurso de la vida de cada uno de sus integrantes, con el objeto de seguir contribuyendo al prestigio de esta noble profesión.
Muchas gracias
Nómina de Abogados
01.- ACEVEDO ABURTO MARIO LUIS
02.- ALFARO ZUÑIGA EDUARDO CRISTIAN
03.- ANDRONICO MEDRANO JAIME
04.- ARENAS BON YASNA ANDREA
05.- ARTUS POBLETE PAULA ANDREA
06.- AVILA AZOCAR MARIA JOSE
07.- BADILLA SALGADO LYNDA CAROL
08.- BAEZA YEVENES CAROLINA ISABEL
09.- BARNA LEGUES ANTONIO GONZALO
10.- BARRIA PAREDES MANUEL ALEJANDRO
11.- BECERRA RENDIC FRANCISCA DRINA
12.- BONGAIN MONSALVE FERNANDO ANDRES
13.- CANCINO VELOSO CLAUDIA ALEJANDRA
14.- CASTRO ESPARZA MARIA ANGELICA
15.- CHACUR BENITEZ MARIANELA
16.- CLUNES BARRIE MARCELA ANDREA
17.- CUE BUZOLIC AMPARO DARINKA
18.- DIAZ VALENZUELA RAUL IGNACIO
19.- DUARTE THER ROSSETT JUDITH
20.- DUTRA NIEVES VANESSA GIOVANNA
21.- ESPINOZA LUCERO PATRICIO ANDRES
22.- EVANS RODRIGUEZ CAROLINE JULIE
23.- FERNANDEZ GONZALEZ CRISTIAN EDUARDO
24.- FUENTES DIAZ PAULINA VERONICA
25.- GALARCE ALMENDRAS PABLO CESAR
26.- GALLARDO VERA MAURICIO OLIVERIO
27.- GARCIA DE CORTAZAR GALLEGUILLOS VERONICA
28.- GARCIA TRUJILLO GLORIA CAROLINA
29.- GONZALEZ GARCIA GUSTAVO CRISTINO
30.- GOSTLING DELANO BARBARA FRANCISCA
31.- GUTIERREZ VASQUEZ PAOLA SUSANA
32.- HADAD ABUHADBA NELSON ANDRES
33.- HERMOSILLA QUIROZ CECILIA MARCELA FERNANDA
34.- IRARRAZAVAL FERRADA MARIA DOLORES
35.- JARA BAADER ANDRES
36.- MELO VERDUGO WALTER OCTAVIO
37.- MEZA SALDIA CAROLINA ANDREA ALEJANDRA
38.- MILLON BAETTIG ANA MARIA
39.- MONASTERIO GALVEZ VALENTINA
40.- MONTERO PEÑALOZA SOLEDAD PAULINA
41.- NAVARRETE TARRAGÓ MACARENA ANDREA
42.- NAVARRO NAVARRO MARTA LORENA
43.- NUÑEZ REYES DAVID ANTONIO
44.- PLASS MONTALVA FRANCISCO JOSE
45.- PRADO SANCHEZ AUGUSTO ALEJANDRO
46.- PREUSSER NAVARRETE JUAN SEBASTIAN
47.- QUIROZ LAGOS OSCAR VLADIMIR
48.- QUIROZ SANTOS VANESSA ALEJANDRA
49.- RAMIREZ MORENO FRANCISCO ANDRES
50.- RAMOS NARVAEZ KARLA LILIANA
51.- RENGIFO LEAY MAGDALENA
52.- ROJAS MONTECINO JAVIER IGNACIO
53.- ROSAS ESPARZA MARIA VERONICA
54.- SEGUEL MUÑOZ PATRICIA ALEJANDRA
55.- SOTO BECERRA LUIS EDUARDO
56.- STUVEN HURTADO LUIS ALBERTO
57.- TRONCOSO MARTINEZ LUIS ENRIQUE
58.- ULLOA PICASSO NICOLAS
59.- VASQUEZ CUNSOLO EUGENIO SALVADOR
60.- VERA TORO MIGUEL ANGEL