Nuevos Abogados

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Nuevos Abogados

Sesenta y tres Licenciados en Ciencias Jurídicas, egresados de universidades de distintas regiones del país, juraron como abogados en ceremonia solemne efectuada en el Palacio de Tribunales.

El acto fue encabezado por el Presidente de la Corte Suprema (s) José Benquis Camhi, efectuándose el juramento ante el Pleno de Ministros del máximo tribunal.

Esta fue la vigésima ceremonia del presente año, ascendiendo a 1.113 los profesionales titulados a la fecha. Cabe destacar que en el año 2004, un total de 1.435 licenciados recibieron de parte de la Corte Suprema su título de Abogado.

Transcribimos a continuación palabras del Presidente (s) José Benquis Camhi pronunciadas en la ceremonia de juramento.

Colegas Magistrados de la Corte Suprema

Señoras y Señores

Jóvenes Abogados

Durante la permanencia en las Escuelas de Derecho donde cursasteis los estudios universitarios, habréis advertido de sobra la frágil persistencia en el tiempo de los sistemas jurídicos. De seguro, sin culminar aún los estudios de vuestra carrera ya habíais experimentado que buena parte de las normas legales que os costó aprender habían sido derogadas o simplemente habían sufrido tan notables cambios que hicieron que vuestros iniciales esfuerzos se desperdiciaran. Para nombrar sólo algunos de los recientes cambios, la Reforma Constitucional, el nuevo Proceso Penal, las Reformas al Código Civil, los nuevos Tribunales de Familia, etc. Ello me motiva a señalaros que, el título profesional que hoy habéis recibido, solamente os deja en el umbral de la puerta que introduce al extenso panorama de la actualización de vuestros conocimientos jurídicos. Tarea que nosotros, los de más edad y experiencia, sabemos que nunca termina.

Estas palabras iniciales destinadas a poner de relieve el fenómeno del cambio me lanzan abruptamente a un tema que me resulta atrayente y que pienso que a vosotros os puede interesar. Me refiero a una nueva rama del conocimiento, la de la Futurología, y específicamente al fenómeno de los paradigmas.

Si los seres humanos fuésemos perfectos e invariablemente actuásemos de acuerdo con el derecho natural y conforme a una absoluta equidad, las normas, los procedimientos, las leyes en cuanto regulan la convivencia social y se reflejan en el derecho positivo, serían innecesarias. Podríamos, en esa eventualidad prescindir de esas normativas, ya que todas las personas respetarían los derechos de sus semejantes, y sabrían auto restringir el ejercicio de su propia libertad, en beneficio de la libertad de los demás.

Sin embargo, por desgracia sabemos que no somos perfectos y que es imprescindible que existan disposiciones obligatorias que regulen a todos aquellos que componemos el cuerpo social.

Por otra parte, y en esa misma línea de reflexión, si las leyes que en definitiva la comunidad se dicta para la convivencia de sus miembros fueran asimismo perfectas y correspondieran en todo al orden institucional que la sociedad se hubiera fijado para su desenvolvimiento, no sería necesaria ninguna norma superior a la cual debieran ajustarse las leyes que se fueran dictando en el transcurso del tiempo.

Bien es sabida la complejidad de la evolución del ser humano y por ende el desarrollo de una nación. Las dificultades para priorizar las necesidades que se debe atender; los problemas coyunturales que pueden oscurecer los objetivos que se precisa alcanzar; y las diferencias de ideologías, de creencias y de apreciaciones de la realidad, determinan que no siempre las normas que nos regulan correspondan al orden institucional que deseamos.

Pero la perspectiva del problema todavía no está completa. En efecto, la explosión tecnológica que a todos nos impacta, afecta obligatoriamente a nuestra percepción de lo que nos rodea.

Al respecto, un tímido ejemplo. Las autoridades de la Madre Patria sólo tuvieron noticia de la conformación de la Junta de Gobierno del 18 de septiembre de 1810, con una máxima prontitud de a lo menos cuatro meses a contar de esa fecha. Imaginémonos a un jinete transportando la información a lomo de caballo desde Santiago a Buenos Aires, atravesando la cordillera de los Andes; a continuación cruzando el océano Atlántico en un barco a velas que lo deja en Cádiz, para seguir a lomo de caballo hasta Madrid. No se hace necesario comparar esa situación con la actual, en la que nos informamos y presenciamos al instante, en vivo y en directo, acontecimientos que se desarrollan en cualquier lugar de nuestro mundo.

Y por fuerza tenemos que aceptar que todo proceso evolutivo lleva consigo cambios. Lo inteligente y deseable es que esos cambios ocurran en el momento en que la sociedad los necesite. Si nos oponemos intransigentemente a ellos, la historia nos da la respuesta. La obstrucción muchas veces produce consecuencias que no son posibles de regular, o bien, se traducen en serios trastornos no deseados.

Generalmente las nuevas ideas son resistidas en todo el mundo y por todo el mundo. El ser humano siempre se ha resistido al cambio. Se descartan a priori las innovaciones porque se asume que el futuro es solamente una extensión del pasado, y se razona en el sentido de que las normas que nos han traído donde estamos deberán ser las mismas que nos llevarán hacia el mañana. Frecuentemente descartamos una nueva idea porque no concuerda con nuestra manera de ver o de hacer las cosas, aunque talvez estaríamos de acuerdo en mejorar la manera de hacer esas cosas. Más de alguna vez hemos escuchado la frase “hacemos las cosas a nuestra manera y no necesitamos cambiarla”.

Cuando surgen las ideas de innovaciones o cambios, ¿Qué es lo que nos impide aceptarlas? Aquí se nos aparece un concepto que los especialistas denominan paradigma, y que viene siendo utilizada desde hace algunos años en las investigaciones científicas y filosóficas. Para ellos no significa lo que para el vulgo: “patrón o modelo”,

Estos filtros que, al actuar sobre la mente humana, seleccionan sólo lo que se está acostumbrado a captar y escuchar, son los paradigmas.

Las nuevas informaciones o datos que manejan los científicos o los técnicos los captamos con gran dificultad en la medida que no concuerden con las expectativas que nos marcan nuestros personales filtros y mientras estos datos sean para nosotros más imprevistos, mayor será la dificultad con que los percibimos. En algunos casos simplemente ignoramos esa realidad inesperada, la que se nos hace invisible. En otros, distorsionamos esa realidad para acomodarla a nuestros intereses personales y observamos lo que nos rodea a través de nuestros propios filtros o paradigmas, tratando de ignorar el resto, que no obstante es realidad viva y cierta.

A este respecto, podríamos avanzar que lo que es obvio para una persona con su paradigma, puede ser totalmente imperceptible para otra con un paradigma diferente.

El fenómeno paradigma ha sido materia de acabados estudios por los especialistas de esta nueva rama del conocimiento, quienes han arribado a algunas interesantes conclusiones, que pretendo que las conozcáis:

1) Los paradigmas son comunes. Los encontramos en todos los aspectos de nuestras vidas, ya sea en lo profesional, en lo personal, en lo deportivo, en lo intelectual y hasta en lo espiritual.2) Los paradigmas son útiles. Nos muestran lo que es trascendental y lo que no lo es. Nos ayudan a identificar problemas importantes y nos proveen de las reglas que nos ayudarán a resolverlos enfocando nuestra atención.

3) Hacen un llamado de advertencia. A veces los paradigmas pueden convertirse en el paradigma, es decir la única manera de hacer algo. Y entonces, cuando nos encontramos ante una idea alternativa, la rechazamos de plano, lo que deriva en un fenómeno que podría llamarse parálisis paradigmática. Esta situación puede convertirse en una enfermedad mortal que ha destruído a más de alguna institución.

4) Las personas que crean los nuevos paradigmas generalmente son foráneos. No son miembros de la comunidad o institución en la que están los paradigmas establecidos. No importa que sean jóvenes o viejos. Lo que es evidente es que no están comprometidos con los antiguos paradigmas y por lo tanto no tienen nada que perder creando los nuevos.

5) Los seguidores de los viejos paradigmas que eligen adoptar uno nuevo, en su comienzo se los denomina pioneros del paradigma, y lo hacen con fe y confianza, desafiando la evidencia proporcionada por las soluciones ya existentes; y

6) El último punto y quizás el más significativo: Uno puede elegir cambiar sus reglas. Los seres humanos no están programados genéticamente para ver el mundo de una sola manera. Uno puede obviar un paradigma y adoptar otros nuevos, elegir ver la realidad circundante de una manera inédita.

Teniendo en cuenta que los paradigmas afectan nuestros juicios y nuestros procesos de decisión, al influenciar nuestras percepciones, la gran tarea consiste en reconocer nuestros paradigmas presentes y estar preparados para superarlos. Ello nos ayudará en nuestro desarrollo personal y profesional.

Y para terminar estas palabras, os formularé una pregunta cuya seria respuesta sólo vosotros conoceréis.

¿Qué sería imposible para vosotros hoy en día en el ejercicio legítimo y noble de la profesión que habéis quedado habilitados para ejercer?

Juguemos con esta pregunta. Puede que vuestra respuesta os ponga en los márgenes de vuestros propios paradigmas. Y una vez allí estar en condiciones de ver próximos y nuevos paradigmas. Lo que hoy es imposible puede ser la norma del mañana. El desafío consiste, entonces, en ayudar a que ello suceda o a estar preparados a ser los pioneros del nuevo paradigma. Si sois flexibles y optimistas encontrareis las soluciones a las inquietudes que en esta nueva etapa de vuestras vidas empezáis a enfrentar.

Muchas Gracias.

Nómina de Abogados

01. ACEVEDO KARLEZI, JORGE ALFONSO
02. ARAYA ACUÑA, ANGIE IVETTE
03. ARAYA SAAVEDRA, MARIA JOSE
04. ARRIAGADA CHACON, VALERIA ALEJANDRA
05. ASENCIO HERNANDEZ, FELIX EDUARDO
06. BURGOS NAVARRETE, JULIO ARMANDO
07. BUSTAMANTE GUAJARDO, MYRIAM ELIZABETH
08. CABAÑAS BLESA, MARIA SOLEDAD
09. CACHO GALMEZ, MANUEL JESUS
10. CLARK ESPINOZA, FELIPE RAUL
11. CONTRERAS ROJAS, CRISTIAN MARCELO
12. CONTRERAS VELASQUEZ, CARLOS ALBERTO
13. CORTES ORMEÑO, LIZA PAMELA
14. DE LA BARRA QUINTANA, FRANCISCO JAVIER
15. DELGADO GUTIERREZ, PAOLA ANDREA
16. FERNANDEZ FUENZALIDA, NICOLAS RAFAEL AURELIO
17. FIGUEROA VELOSO, PAULO ALEJANDRO
18. GAJARDO FALCON, JAIME EDUARDO
19. GALILEA SOLA, SEBASTIAN RODRIGO
20. GONZALEZ MARTINEZ, MARIA JOSE
21. GONZALEZ PALMA, GABRIEL CAMILO
22. HERNANDEZ CHAVEZ, WASHINGTON FREDDY
23. JARAMILLO CHARLES, JUAN CRISTOBAL
24. JIMENEZ FIGUEROA, CRISTOBAL ALONSO
25. JUICA MARTINEZ, RODRIGO ANDRES
26. LANDERO SALGADO, JOHN WILLIAMS
27. LANGLOIS SAMSO, LUIS PABLO
28. LARA DIAZ, SOLEDAD DE LAS MERCEDES
29. LARRAIN SANTANDER, CARLOS SERGIO
30. LOPEZ DE MATURANA PEREZ, HUGO MARCELO
31. LORENZINI ARACENA, DANIEL
32. MACIAS CIFUENTES, LORENA DEL CARMEN
33. MARAÑON MEDINA, MARCELO ENRIQUE
34. MARQUEZ MAURIN, FERNANDO EUGENIO
35. MARQUEZ ROLDAN, CARMEN ANTONIA
36. MARTINEZ TORRES, FRANCISCO ARMANDO DE JESUS
37. MEYER MORENO, MARCELA CAROLINA
38. MEZA ARELLANO, FERNANDO ANTONIO
39. NOVOA MENDIZABAL, MATIAS
40. PALOMINOS HIDALGO, CARLOS GABRIEL
41. PEREZ HERNANDEZ, ALVARO ENRIQUE
42. PEREZ REINOSO, MARIA SOLEDAD
43. PETIT-LAURENT CHARPENTIER, MICHELLE PAULETTE
44. PETIT-LAURENT ELICEIRY, GERMAINE NICOLE
45. PIZARRO GONZALEZ, DANIELLA PIA
46. PUGA QUINTEROS, MARION CAROLINA
47. QUEZADA VARGAS, MARIO FERNANDO
48. RAMIREZ PARRA, DENISSE ALEJANDRA
49. RIQUELME CISTERNA, CAMILA BEATRIZ
50. ROBLES CARRASCO, INES EUGENIA
51. SANCHEZ DERIO, MAXIMILIANO JOSE
52. SEPULVEDA ROMANINI, MARIA XIMENA
53. SILVA JARA, ROBERTO CESAR
54. SOFJER BIZUELA, MARCIA ANDREA
55. SOLAR CATALAN, MARCELA ALEJANDRA
56. SOTO CARCAMO, CRISTIAN ALEJANDRO
57. SOTO HIGUERA, CLAUDIO ANDRES
58. THONET ARCE, MACARENA
59. VALLEJOS VASQUEZ, HUMBERTO ARTURO
60. VARGAS CASAS, ALEJANDRO GABRIEL
61. VIAL DUMAS, MANUEL JOSE
62. WILD KOSTERLITZ, MAXIMILIANO GASPAR
63. ZAVALA ASTUDILLO, PATRICIA