Juramento de Abogados
Cuarenta y ocho Licenciados en Ciencias Jurídicas, egresados de universidades de distintas regiones del país, juraron como abogados en ceremonia solemne efectuada en el Palacio de Tribunales.
El acto fue encabezado por el Presidente de la Corte Suprema Marcos Libedinsky Tschorne, efectuándose el juramento ante el Pleno de Ministros del máximo tribunal.
Esta fue la décimo séptima ceremonia del presente año, ascendiendo a 934 los profesionales titulados a la fecha. Cabe destacar que en el año 2004, un total de 1.435 licenciados recibieron de parte de la Corte Suprema su título de Abogado.
Transcribimos a continuación palabras del Presidente Marcos Libedinsky pronunciadas en la ceremonia de juramento.
Colegas Magistrados de la Corte Suprema
Señoras y Señores
Nuevos abogados
Nos encontramos en la parte final de la audiencia pública, establecida por la ley, con el objeto de que esta Corte Suprema les haga entrega del título de Abogado.
De Licenciados en Ciencias Jurídicas y Sociales, ustedes han pasado en estos momentos a ser abogados. Se encuentran en una encrucijada en el curso de sus vidas, esto es, en una situación difícil en que no se sabe qué conducta seguir. ¿Qué escala de valores adoptarán para el curso posterior de sus vidas y para el ejercicio de su profesión?
No deja de ser sorprendente que el hombre, que tan grandes progresos ha alcanzado y sigue logrando en materias científicas y tecnológicas, no haya adelantado en la misma medida en un aspecto que debería ser, aparentemente, mucho más simple y quizás el más simple de todos: El aprender a vivir, en forma de conseguir su plena realización familiar y profesional y alcanzar la felicidad que es el objetivo final de su existencia.
Este hecho extraño ha sido representado en muchos libros de antigua data y por muchos autores. En esta oportunidad, deseo remitirme a un colega de todos ustedes, cuyo nombre ya les daré a conocer, y que desarrolló una conferencia en Viña del Mar el año 1946, en la que en parte expresó:
“Hecho curioso, paradoja cruel. Nunca como hoy el mundo ha manifestado tantos deseos de gozar, y nunca como hoy se había visto un dolor colectivo mayor. Al hambre natural de gozo, propio de todo hombre, ha venido a sumarse la serie de descubrimientos que ofrecen hacer de esta vida un paraíso: La radio que alegra las horas de soledad; el cine que armoniza fantásticamente la belleza humana, el encanto del paisaje, las dulzuras de la música en argumentos dramáticos, que toman a todo el hombre; el avión, que les permite estar en pocas horas en Buenos Aires, en Nueva York, en Londres o en Roma…”
“La cordillera, que ve invadida su soledad por miles de turistas que saborean un placer nuevo: el vértigo del peligro. La prensa penetra por todas las puertas, aún las más cerradas, por el estímulo de la curiosidad, por la sugestión del gráfico y la fotografía. (Me pregunto ¿qué diría nuestro personaje a este último respecto en la actualidad? 59 años después de sus palabras). Fiestas, excursiones, casinos, regatas, todo para gozar… Y sin embargo, hecho curioso, el mundo está más triste hoy que nunca; ha sido necesario inventar técnicas médicas para curar la tristeza.”
¿Por qué traigo a cuento estas palabras?. Pues por la sencilla razón de que el ejercicio de la abogacía, en la cual ustedes están iniciándose, debe considerarse como un programa íntegro e individual de existencia. Y, de acuerdo con el autor que citamos precedentemente, en este programa no puede dejar de considerarse “que la vida no es triste sino alegre, el mundo no es un desierto, sino un jardín; nacemos, no para sufrir, sino para gozar; el fin de esta vida no es morir sino vivir”.
Mis deseos para ustedes, jóvenes abogados, son que a través del ejercicio de la profesión que ahora están habilitados para emprender, descubran pronto el sentido de sus vidas y las aprovechen en plenitud, sin condicionarlas a grandes sueños, sino a aquellas cosas que son comunes a todos los seres humanos, a aquellas que no son susceptibles de dominio y que nadie en particular tiene derecho de apropiárselas, como las caracteriza nuestro Código Civil, obteniendo de ese modo, alegría no sólo para ustedes sino también para sus seres queridos que los acompañan en estos instantes.
Finalmente, no se preocupen, no se me olvidará decirles que el abogado cuyas palabras cité es Alberto Hurtado Cruchaga que recibió su título en Agosto de 1923, y a quien ustedes, seguramente ubican mejor en forma simple, como “el Padre Hurtado”.
Muchas gracias
Nómina de Abogados
1. ARAVENA LAGOS, CLAUDIA LORETTO
2. BARRIA VILLARROEL, VERONICA INES
3. BENFELD ESCOBAR, JOHANN SEBASTIAN
4. BRIONES MONTALDO, RAMON IGNACIO
5. CABEZAS GONZALEZ, SERGIO ANDRES
6. CONCHA BORCHERS, DANIELA ALEJANDRA
7. CONCHA VIAL, MATIAS EDUARDO
8. CORTES CEA, LOHENGRIN MOISES
9. CRUZ UGARTE, JAVIERA ANDREA
10. DURAN BARRERA, LLILIAN DEL CARMEN
11. ERGAS SESELOVVSKY, ALFONSO MAURICIO
12. FERNANDEZ CONCHA, ALEJANDRO IVAN
13. FLORES RUBILAR, ANTONIA
14. FUENZALIDA MARIN, NELSON FRANCISCO
15. GAJARDO DELGADO, PATRICIO FELIPE
16. GILBERT BACCIARINI, ANTONELLA
17. GOMEZ NADER, JORGE LUIS
18. GOMEZ VALDES, CLAUDIA ALEJANDRA
19. GONZALEZ GALVEZ, PAULA ANDREA
20. HERNANDEZ PAREDES, CAROLINA GRACIELA
21. HERNANDEZ SZEKERES, PAULINA ANDREA
22. IBAÑEZ CUBILLOS, JAIME PATRICIO
23. LARA ARROYO, JOSE LUIS
24. MAHN GONZALEZ, OLIVER ANDRES
25. MARIN MEZA, JUAN RAMIRO
26. METTIFOGO GROVER, MANLIO LUIS
27. MONJE SILVA, JULIO ANDRES
28. MONTOYA VENEGAS, ROSSANA ELIZABETH
29. NUÑEZ BOSCH, JUAN GABRIEL
30. OBERG MEDINA, JHANNZ BRUNNO
31. OLIVOS CABRERA, LUIS ROBERTO
32. ORTIZ SALDAÑA, LILIAN ESTRELLA
33. PONCE ASTUDILLO, BETSY DEL CARMEN
34. RETAMAL ZUÑIGA, AIDA LORETO
35. RIEDEMANN FUENTES, PAULA ALEXANDRA
36. RIVERA RUIZ TAGLE, CLAUDIO IGNACIO
37. RODRIGUEZ DE LOS RIOS, MARIA FERNANDA
38. RODRIGUEZ GUERRA, ROBERTO CARLOS
39. SABA VELOSO, XIMENA LORETTO
40. SANDOVAL LARA, MIREYA MERCEDES SOLANGE
41. SANTIBAÑEZ TORRES, CLAUDIO GUILLERMO
42. SARRALDE GONZALEZ, CRISTOBAL MARCELO
43. TAPIA FERNANDEZ, CRISTIAN MARCELO
44. TORRENS RAMOS, MARIA SOLEDAD
45. TORRES ZUÑIGA, EDUARDO JAVIER
46. VALDES FERNANDEZ, CRISTIAN RODRIGO
47. VARGAS VALDES, TERESA DE JESUS
48. VILLANUEVA VENEGAS, JULIO CESAR